La inyección Anti-México: Desesperado intento de mujeres migrantes para prevenir embarazos

La violencia que enfrentan las personas migrantes en su travesía por México, especialmente mujeres y niñas, ha alcanzado niveles alarmantes debido a las brutales y continuas violaciones sexuales que sufren.

Informes de diversas instituciones y organizaciones no gubernamentales señalan que la violencia sexual contra mujeres migrantes se manifiesta de diversas formas y con distintos propósitos. En ocasiones, los propios compañeros de viaje las utilizan como moneda de cambio, ya sea con autoridades o con el crimen organizado, para seguir su ruta.

Médicos Sin Fronteras informó que la violencia sexual es especialmente prevalente en el sur de México, en estados como Chiapas y Tabasco, donde las personas migrantes suelen recorrer a pie para evitar los controles fronterizos. Un 12.8% de las mujeres atendidas por la organización reportaron haber tenido relaciones sexuales no deseadas, y un 10% dijeron haber sido forzadas a tener sexo a cambio de algo.

Amnistía Internacional reveló que hasta el 70% de mujeres y niñas migrantes sufren algún tipo de abuso sexual en su ruta.

Esta cruda realidad deja a las mujeres migrantes sin escapatoria, ya que no tienen acceso a servicios de salud ni justicia y temen represalias o deportación si denuncian los abusos. Las consecuencias físicas y emocionales para estas mujeres son devastadoras.

Ante esta situación, un número significativo de mujeres migrantes optan por aplicarse una inyección anticonceptiva de largo efecto, conocida como "inyección AntiMéxico", en un desesperado intento por prevenir embarazos en medio de las agresiones sexuales durante su peligroso recorrido hacia el norte.

La situación de violencia y vulnerabilidad que enfrentan las mujeres migrantes en su tránsito por México exige una atención urgente y acciones concretas para proteger sus derechos y garantizar su seguridad y bienestar durante su búsqueda de una vida mejor.